UC Festivales - 13 Festival de Cine Español de Málaga
Sube la temperatura en la ciudad y también en las quinielas. Hoy se han presentado en la Sección Oficial dos películas interesantes que si bien no son redondas sí que tienen muchos atractivos para ser vistas.
La primera de la mañana ha sido "El idioma imposible" de Rodrigo Rodero, su ópera prima, basada libremente en unas novelas de Francisco Casabella, "eliminando de la parte tragicómica la cómica y quedándose con la trágica", donde se retrata a unos personajes en plena búsqueda de su camino en la vida en el entorno hostil de la Barcelona de los años 80 donde la heroína estaba presente en las calles y sus gentes sin tomársela en serio completamente. La película ha sido recibida con disparidad de opiniones, aunque no ha entusiasmado, y se trata de un ejercicio de estilo complejo y difícil para el espectador debido a una cadencia en el ritmo lenta y llena de silencios y miradas, aderecedados con diálogos sumamente literarios y por momentos pedantes.
Sin embargo, la atmósfera creada por Rodero se va apoderando del espectador y penetrando lentamente en él hasta conseguir su objetivo. El título de "El idioma imposible" hace referencia a cuando la gente escucha una canción en un idioma que no es el suyo y se inventa la historia que puede contar la letra y que probablemente sea más interesante que la letra real. Es un juego que Rodero pretende que el espectador haga con su película y saque sus conclusiones respecto a momentos de la trama que no se explican suficientemente y se dejan abiertos a las sensaciones que cada uno tenga. Además del cuidado y estupendo aspecto visual del film, también destaca la música que impregna todo el metraje y donde pueden escucharse algunas canciones interpretadas por Helena Miquel (cantante de "Facto delafe y las flores azules") que realiza su primera incursión en el cine como actriz, con buena nota. El resto de actores realizan un trabajo más que convincente, especialmente Andrés Gertrudix, aunque es cierto que la actriz protagonista, Irene Escolar, parece excesivamente joven e inmadura para un papel de estas características y le falta transformación física en la decadencia y deterioro de su personaje. Es de esas películas que te gustan más a medida que piensas en ella, en lugar de disfrutarla durante su primer visionado, especialmente en una sesión matinal como en la que se ha proyectado a prensa.
La segunda película del día ha sido "El Dios de madera" de Vicente Molina Foix, protagonizada por Marisa Paredes, y que es un drama sobre la inmigración con elementos de humor, además de una historia de amor imposible, que funciona a medias por el fondo social que incluye, de gran actualidad, y que según su director se trata de "una fábula sobre la llegada del nuevo mundo al viejo mundo, sobre las distintas miradas a los que vienen de fuera, pero también a sus miradas hacia nosotros que a través de su protagonista Yao se convierte en el punto de vista de la película". En ningún momento se hace aburrida y se deja ver fácilmente, destaca el trabajo de los actores, especialmente, el de Paredes y de Soufiane Ouraab, como un marroquí buscavidas, pero la película en ningún momento llega a emocionar y el desenlace de las tramas tampoco ayuda. El guión está basado en un cuento corto de 9 páginas del propio Molina Foix escrito en 1996, cuya incontinencia verbal que ha espesado la rueda de prensa en exceso, ha sido casi más comentada que la propia película.
Por la tarde, llega Zonazine, esta vez con una película fallida llamada "Suspicious Minds" de C. Martín Ferrera, autor de la notable "Zulo". La película tiene una estética apabullante, pero se basa en un guión bastante flojo que sólo funciona a partir del tercio final cuando el espectador ya está viendo el film a demasiada distancia para que le importe lo que allí sucede. Se trata de un thriller de bajo presupuesto donde el director buscaba "hacer algo diferente a lo convencional, sin competir con el thriller americano, apostando por los tonos pastel y fríos en lugar de ir a lo gótico. Una película que fuera comercial, pero con un punto de autoría". Una vez vista, creo que pesa más la parte de autor que la comercial, se nota que el director tiene madera de cineasta y que con mayor presupuesto y un buen texto puede hacer cosas interesantes en el futuro, pero en esta ocasión se estrella por momentos al intentar plasmar y dotar de una trascendencia inexistente a diálogos banales, provocando el rechazo inicial del que mira, pese a las buenas dosis de suspense que logra a través de la puesta en escena.
Mañana nos llegarán a la Sección Oficial "La vida empieza hoy" y "Rabia" y a Zonazine "Fin". También, continuarán las secciones paralelas de documentales y cine latinoamericano, así como las retrospectivas donde hoy se ha iniciado la dedicada al joven director Gonzalo López-Gallego con la proyección de "Sobre el Arco Iris", a la que seguirán en los próximos días "Nómadas" y "El Rey de la Montaña". Esta semana también se ha iniciado el rodaje en localizaciones de Málaga y otras ciudades andaluzas de "El mar de plástico", la nueva película de Silvia Munt, un drama sobre la inmigración catalogado como western rural, que está destinado a la televisión y que durante unas cuatro semanas recogerá una realidad cada vez más presente en nuestro país.
Crónica de Daniel Farriol.
La primera de la mañana ha sido "El idioma imposible" de Rodrigo Rodero, su ópera prima, basada libremente en unas novelas de Francisco Casabella, "eliminando de la parte tragicómica la cómica y quedándose con la trágica", donde se retrata a unos personajes en plena búsqueda de su camino en la vida en el entorno hostil de la Barcelona de los años 80 donde la heroína estaba presente en las calles y sus gentes sin tomársela en serio completamente. La película ha sido recibida con disparidad de opiniones, aunque no ha entusiasmado, y se trata de un ejercicio de estilo complejo y difícil para el espectador debido a una cadencia en el ritmo lenta y llena de silencios y miradas, aderecedados con diálogos sumamente literarios y por momentos pedantes.
Sin embargo, la atmósfera creada por Rodero se va apoderando del espectador y penetrando lentamente en él hasta conseguir su objetivo. El título de "El idioma imposible" hace referencia a cuando la gente escucha una canción en un idioma que no es el suyo y se inventa la historia que puede contar la letra y que probablemente sea más interesante que la letra real. Es un juego que Rodero pretende que el espectador haga con su película y saque sus conclusiones respecto a momentos de la trama que no se explican suficientemente y se dejan abiertos a las sensaciones que cada uno tenga. Además del cuidado y estupendo aspecto visual del film, también destaca la música que impregna todo el metraje y donde pueden escucharse algunas canciones interpretadas por Helena Miquel (cantante de "Facto delafe y las flores azules") que realiza su primera incursión en el cine como actriz, con buena nota. El resto de actores realizan un trabajo más que convincente, especialmente Andrés Gertrudix, aunque es cierto que la actriz protagonista, Irene Escolar, parece excesivamente joven e inmadura para un papel de estas características y le falta transformación física en la decadencia y deterioro de su personaje. Es de esas películas que te gustan más a medida que piensas en ella, en lugar de disfrutarla durante su primer visionado, especialmente en una sesión matinal como en la que se ha proyectado a prensa.
La segunda película del día ha sido "El Dios de madera" de Vicente Molina Foix, protagonizada por Marisa Paredes, y que es un drama sobre la inmigración con elementos de humor, además de una historia de amor imposible, que funciona a medias por el fondo social que incluye, de gran actualidad, y que según su director se trata de "una fábula sobre la llegada del nuevo mundo al viejo mundo, sobre las distintas miradas a los que vienen de fuera, pero también a sus miradas hacia nosotros que a través de su protagonista Yao se convierte en el punto de vista de la película". En ningún momento se hace aburrida y se deja ver fácilmente, destaca el trabajo de los actores, especialmente, el de Paredes y de Soufiane Ouraab, como un marroquí buscavidas, pero la película en ningún momento llega a emocionar y el desenlace de las tramas tampoco ayuda. El guión está basado en un cuento corto de 9 páginas del propio Molina Foix escrito en 1996, cuya incontinencia verbal que ha espesado la rueda de prensa en exceso, ha sido casi más comentada que la propia película.
Por la tarde, llega Zonazine, esta vez con una película fallida llamada "Suspicious Minds" de C. Martín Ferrera, autor de la notable "Zulo". La película tiene una estética apabullante, pero se basa en un guión bastante flojo que sólo funciona a partir del tercio final cuando el espectador ya está viendo el film a demasiada distancia para que le importe lo que allí sucede. Se trata de un thriller de bajo presupuesto donde el director buscaba "hacer algo diferente a lo convencional, sin competir con el thriller americano, apostando por los tonos pastel y fríos en lugar de ir a lo gótico. Una película que fuera comercial, pero con un punto de autoría". Una vez vista, creo que pesa más la parte de autor que la comercial, se nota que el director tiene madera de cineasta y que con mayor presupuesto y un buen texto puede hacer cosas interesantes en el futuro, pero en esta ocasión se estrella por momentos al intentar plasmar y dotar de una trascendencia inexistente a diálogos banales, provocando el rechazo inicial del que mira, pese a las buenas dosis de suspense que logra a través de la puesta en escena.
Mañana nos llegarán a la Sección Oficial "La vida empieza hoy" y "Rabia" y a Zonazine "Fin". También, continuarán las secciones paralelas de documentales y cine latinoamericano, así como las retrospectivas donde hoy se ha iniciado la dedicada al joven director Gonzalo López-Gallego con la proyección de "Sobre el Arco Iris", a la que seguirán en los próximos días "Nómadas" y "El Rey de la Montaña". Esta semana también se ha iniciado el rodaje en localizaciones de Málaga y otras ciudades andaluzas de "El mar de plástico", la nueva película de Silvia Munt, un drama sobre la inmigración catalogado como western rural, que está destinado a la televisión y que durante unas cuatro semanas recogerá una realidad cada vez más presente en nuestro país.
Crónica de Daniel Farriol.