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15º Festival de Cine Alemán 2013

 

 

El Festival de Cine Alemán volvió a Madrid a tiempo para su cita anual y con un objetivo cristalino: acercar el cine germano actual a un público español consciente de los diamantes en bruto procedentes de la filmografía alemana, pero que, como suele ocurrir, llega con cuentagotas a las salas españolas.

Porque, parémonos a pensar qué cine de esta procedencia conoce el público medio español: ‘Corre, Lola, corre’ (Tykwer, 1998), ‘Deliciosa Martha’ (Nattelbeck, 2001), ‘El Experimento’ (Hirschbiegel, 2001), ‘Good bye Lenin’ (Becker, 2003), ‘El Hundimiento’ (Eichinger, 2004), ‘Sophie Scholl’ (Rothemund, 2005), ‘La Ola’ (Gansel, 2008), ‘La cinta blanca’ (Haneke, 2009) y ‘La vida de los otros’ (Donnersmarck, 2011) puede que sea la decena de títulos que nos suenan por haberse hecho un hueco en nuestras carteleras.

El necesario Festival de Cine Alemán (que además este año ha tenido por primera vez su replica en Barcelona) viene a cumplir esa carencia desde hace 15 años, trayendo a nuestro país una muestra del cine más actual e imprescindible de Alemania, al amparo de entre otros la embajada alemana o el Instituto Goethe.



VIEJOS Y NUEVOS TABUES

Eso sí, no hay que confundir cine actual, con cine de actualidad. De hecho, la selección de películas que se ha podido ver en esta decimoquinta edición destaca por su valentía a la hora de tratar históricos temas que hasta hace poco eran tabú en la sociedad y, por ende, en el cine germano: el nazismo y la Guerra Fría. De hecho, que las películas antes mencionadas se dieran a conocer internacionalmente se debe en gran medida a que se salieran de esa tangente de manera casi anecdótica.

Poco a poco se han ido tirando estos muros que aún permanecían alzados de manera fantasmagórica. La película inaugural y gran favorita, ‘Costa Esperanza’, ya se encargaba de empezar el festival pisando fuerte sobre los episodios de espionaje y los métodos de control social de la Stasi en la Alemania oriental. A renglón seguido, ‘Fin de la veda’ ofrecía un desgarrador retrato de familia en una aparentemente tranquila comunidad durante el nazismo que, sin embargo, se atreve a ocultar a un joven judío. Por no hablar del estreno de ‘Hannah Arendt’ la biografía sobre esta filosofa judía que se atrevió a abordar los horrores del Holocausto y los juicios a sus responsables desde un punto de vista nada complaciente con el semitismo más políticamente correcto.

El resto del programa tampoco se queda a la zaga a la hora de abordar otras problemáticas sociales más contemporáneas: la juventud desmotivada y los embarazos no deseados de ‘Nuevos horizontes’; la transexualidad y la marginación social de ‘Transpapa’, la violencia juvenil de ‘Culpables son los otros’ y, sobre todo, la valiente aproximación a la homosexualidad en un colectivo tan impermeable como la policía en la aplaudida ‘Caída libre’, Premio del Público en esta edición.

La comedia ‘Rupturas por encargo’ y el documental ‘Speed: en busca del tiempo perdido’ cierran la selección oficial de películas que optaban a este premio, siendo la primera la única que relaja su discurso y la segunda la única que podría considerarse cine de actualidad por su acercamiento, aunque vago, al estrés del mundo globalizado.

Pero ninguna, obsérvese, presta atención a la problemática de la crisis financiera en la que nos encontramos siendo precisamente Alemania un prisma privilegiado para abordarla. Lo que nos hace preguntarnos si la ausencia de esta temática en el 15 Festival de Cine Alemán se debe a que sus organizadores no hayan encontrado un film a la altura o si directamente no se están haciendo películas de este tipo, como si se tratase de un nuevo tabú.

 

 

LAS PELÍCULAS

‘CAÍDA LIBRE’ (Stephan Lacant) – PREMIO DEL PÚBLICO




A pesar de ser éste el primer largometraje de su director, ‘Caída libre’ ha sabido dar con la tecla adecuada para contar la siempre agradecida historia de la homosexualidad en un colectivo a priori impensable para tal tolerancia. En este caso: la policía. Y lo hace sin caer en clichés exagerados, más aún, dotando a la película de la testosterona necesaria de la mano de sus sublimes protagonistas. La jugada, que ya le saliera redonda a Ang Lee con ‘Brokeback Mountain’ (USA, 2009), la hace suya Setephan Lacant sin excesos ni ínfulas, manteniendo el tipo con rudeza y pulso firme.

 

‘COSTA ESPERANZA’ (Toke Constantin Hebbeln)




La gran favorita del festival no defraudó a un público que ya venía con un poderoso antecedente en la recámara, el de ‘La vida de los otros’. Pero esta nueva aproximación a lo que ya casi se ha convertido un género en sí mismo (el de las escuchas, el espionaje y la presión a los ciudadanos de la Alemania oriental durante la Guerra Fría) ha sabido enriquecer con genialidad su discurso histórico, sorteando con maestría el género del espionaje, el de las evasiones o el drama carcelario a la vez que pone sobre el tablero un infalible recurso: enfrentar con clarividencia empática y antipática al héroe contra el villano.

 

‘FIN DE LA VEDA’ (Franciska Schlotterer)




Exponer un retrato tan duro del ser humano sin que este sea eclipsado por el contexto histórico no era tarea fácil. Pero ‘Fin de la veda’ se la juega con éxito a la hora de presentarnos a un matrimonio herido con sus miedos y prejuicios y a un joven judío que huye de la persecución implacable del nazismo y que se verá acogido por sus anfitriones. Que las emociones más viscerales de los personajes como el odio, la envidia, la venganza o la piedad sean el motor de la historia es, precisamente, lo que la convierten en la soberbia crítica a la voracidad humana que es realmente.

 

‘NUEVOS HORIZONTES’ (Pola Beck)




Esta hermosa criatura viene a entroncar con la generación despreocupada, pero perdida, que se ha expandido vía Erasmus por toda Europa durante décadas. Necesariamente caprichosa, pero siempre con buena letra, ‘Nuevos horizontes’ da el absoluto protagonismo a una joven cuyo inesperado embarazo dará un vuelco a su vida. No obstante, lejos de que esto acerque al film a la comedia de fácil digestión, tiende más a tensar la cuerda floja en la que se encuentra la protagonista generando en el espectador un desasosiego y un sentimiento de ineludible derrota vital.

 

‘TRANSPAPA’ (Sarh Judith Mettke)




Valiente y delicada, como debe ser toda película que se precie de abordar la siempre difícil tarea de contar la historia de un transexual, ‘Transpapa’ juega a su favor hacerlo a través de los ojos de una adolescente (con la ira e incomprensión que eso conlleva) y de su padre, que reaparece en su vida tras un cambio de sexo. La abnegación y paciencia de éste hacia su hija en contraposición con su dolente marginación con el resto del mundo consiguen el equilibrio necesario para lograr que el espectador se sienta cómodamente como un voayeur en esta historia que sabe relajar el ritmo sin por eso, permitirse demasiadas concesiones hacia el beneplácito comercial.

 

‘CULPABLES SON LOS OTROS’ (Lars-Gunnar Lotz)




Necesariamente cargada de una ira contenida, ‘Culpables son los otros’ juega con esta baza para retratar la violencia juvenil al tiempo que tantea con el siempre efectista giro de los acontecimientos de las historias cruzadas. Su acierto, no obstante, es que consigue no abusar de este tipo de narración para centrarse en los personajes, los delincuentes juveniles y sus “adultos” tutores cuyo funambulismo entre el bien y el mal son la verdadera riqueza del film.

 

‘RUPTURAS POR ENCARGO’ (Matthias Schwighöfer)




La presencia de por lo menos una comedia en la selección del 15 Festival de Cine Alemán era necesaria. Ágil en su desarrollo y con el aval de dos buenos cómicos (cada uno con su registro), ‘Rupturas por encargo’, salva de manera solvente y amable una propuesta que, ya a priori, daba juego: la historia de un ejecutivo agresivo cuya empresa se dedica a gestionar las rupturas de las parejas. Vamos, un reverso tenebroso de la comedia yankee que protagonizara Will Smith (‘Hitch’, 2005) cuya antítesis no pretende ocultar.

 

‘SPEED: EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO” (Florian Optiz)




La propuesta documental de la presente edición ofrecía una interesante pregunta a la que todos buscamos respuesta: ¿cómo aprovechar mejor nuestro tiempo? Sin embargo, lo que prometía ser un interesante trabajo de campo ofreciendo a su realizador como protagonista (algo que, como ha quedado demostrado, ayuda al espectador a involucrarse en el siempre ajeno género documental), se convierte en una interminable capitulación de entrevistas a sujetos elegidos con sospechosa arbitrariedad para que nos cuenten como aprovechan o desaprovechan el tiempo en medio del estrés del mundo actual. Entre medias, imágenes aceleradas de metrópolis y planos sosegados de rincones idílicos hacen el resto.

 

‘HANNAH ARENDT’ (Margarethe von Trotta)




Magistral traslación a la pantalla del episodio biográfico de la filósofa judía Hannah Arendt que la puso ante el implacable juicio popular después de abordar el proceso a uno de los responsables nazis del Holocausto de manera nada complaciente y dando origen a su teoría de “la banalidad del mal”. Esto hace, no obstante, que el film esté bruscamente divido en dos partes: una descafeinada presentación que parece lastrar el arranque de la película y, por fin, la presión social de los fanáticos de lo políticamente correcto e incluso del gobierno de Israel ejerciendo una paradójica censura a sus teoremas. Ese pulso de “yo contra el mundo” es lo que hace del film una verdadera joya de la dialéctica al que, si se le puede reprochar algo, es no haber aguantado un poco más ese pulso.

 

RETROSPECTIVA A MARGARETHE VON TROTTA

Precisamente, el preestreno de ‘Hannah Arendt’ (que sí podremos ver en el circuito español de salas en versión original) sirvió para rendir homenaje a la versátil realizadora alemana Margarethe von Trotta mediante una retrospectiva de su filmografía más destacada.

Toda una oportunidad que ofrece el Festival de Cine Alemán para descubrir la figura de Von Trotta, filóloga germánica reconvertida en actriz que ha acabado posicionándose como una de las realizadoras más relevantes de la cinematografía reciente de Alemania.

Debutante tras las cámaras codirigiendo la adaptación de ‘El honor perdido de Katharina Blum’ (1975), hoy todo un clásico del cine moderno, Von Trotta se ha hecho desde entonces un respetable currículo con películas de incuestionable relevancia como ‘Rosa Luxemburgo’ (1985), que ha podido verse en esta retrospectiva.

Al igual que ‘Hannah Arendt’, esta contaba con la interpretación de Barbara Sukowa al frente de una conmovedora biografía, en este caso la de la activista política polaca que se posicionó en contra de la Primera Guerra Mundial y que murió asesinada.

El resto de la retrospectiva se completa con otra serie de películas no menos espinosas: ‘La promesa’ (1994), la historia de dos amantes separados por el muro de Berlín; ‘La calle de las rosas’ (2003), sobre los estigmatizados matrimonios mixtos entre alemanes “arios” y judíos durante la II Guerra Mundial; y otra biografía de nuevo con Sukowa a la cabeza, ‘Visions’ (2009), sobre la humanista y religiosa Hildegard. De este modo, la propuesta del Festival de Cine Alemán continúa en casa bajo la recomendación de descubrir el estimulante cine de Margarethe Von Trotta… mientras esperamos la decimosexta edición del año que viene. Auf Wiedersehen.

 

UC (Manu Cabrera)